El factoring es una de las herramientas más útiles para poder acceder a financiamiento en las pymes, sobre todo en momentos de gran aumento de ventas con cobro a mediano y largo plazo. Pero ¿qué significa este concepto? Es un contrato a plazo fijo en el cual la entidad financiera o factor le compra a su cliente -la empresa- las facturas o cualquier documentación que represente un derecho de cobro futuro.
Gracias a los avances tecnológicos en materia de fintech, la creación de la Factura Electrónica y el registro único de esa factura en un sistema centralizado -que en el caso de Chile es el Servicio de Impuestos Internos-, generó un crecimiento acelerado del factoring electrónico, alcanzando así un número cercano al 12% del PIB en el mercado chileno.
Hoy, en Colombia, está pasando exactamente lo mismo. La DIAN -institución colombiana administrativa de Impuestos y Aduanas Nacionales-, a través de RADIAN -plataforma de la DIAN que registra la hoja de vida de las Facturas Electrónicas-, implementará durante este mes de julio 2022, la posibilidad de que las empresas puedan anticipar sus facturas electrónicas, cediendo o endosando en línea las facturas a las instituciones financieras, logrando obtener los recursos que necesitan en tan sólo minutos. Tal cual como sucedió en Chile años atrás, este hito hará explotar el Factoring Web en Colombia
Pero, ¿cuál es la importancia de este hecho? Gracias al Factoring Electrónico, las empresas y fundamentalmente las pymes, podrán anticipar sus recursos y obtener capital de trabajo, a través de un proceso simplificado y prácticamente de forma inmediata.
Por esto mismo, es fundamental generar apoyos a las entidades del Estado, tales como la DIAN y RADIAN en Colombia, así como también a todas aquellas instituciones financieras que están levantando estas plataformas electrónicas para que permitan que las pymes puedan acceder a este tipo de financiamiento y acceso a capital de trabajo.
Particularmente en Chile, el Estado propulsó, apoyó y acompañó al factoring como una herramienta de bancarización que ayuda a las pymes y microempresarios a acceder a los bancos; ahí estuvo la clave. Contar con esta herramienta de anticipo de factura, otorga además, la posibilidad de generar mayores negocios y más competencia, lo que obviamente agiliza la economía y, por ende, el crecimiento del país.
Gran parte de los países de América Latina están siguiendo esta misma senda, a través del camino de la Ley de Factura Electrónica. Hecho tremendamente positivo y vanguardista, tomando en cuenta que hoy Latinoamérica es uno de pioneros en temas de Factoring Electrónico en el mundo, superando incluso a países europeos.
Enzo Boldrini
Gerente General de Indexa